BASES POLITICAS DE LA JUVENTUD DEL ENCUENTRO DE ITUZAINGÓ


Permítanos que, como Juventud del Encuentro por la Democracia y la Equidad de Ituzaingó, les contemos quiénes somos, por qué nos juntamos y qué soñamos:


El joven partido Encuentro por la Democracia y la Equidad surge como resultado de la caída de la credibilidad y la identidad que supuestamente guiaban el accionar de todos los partidos políticos tradicionales. Nace sabiendo lo hipócrita de las dicotomías políticas y sociales que se han planteado a lo largo de la historia argentina. Aquellos que debían estar juntos, se encontraban separados; aquellos que debían estar separados se hallaban en un mismo lugar. Hoy día nos estamos juntando aquellos y aquellas que, como gran parte de la juventud, soñamos y anhelamos un Ituzaingó, una Argentina y una Latinoamérica donde el protagonismo de la juventud y de la ciudadanía en general es la mejor forma de …



· garantizar de que nadie será excluido por su condición económica, sexual, religiosa, educativa, etaria, racial o cultural. De crear una sociedad equitativa y solidaria; una sociedad que viva en paz y en libertad, en la que nadie esté privado de derechos y en la que el Estado sea motor y garante de la ciudadanía plena de todos los que habitan este querido país. De edificar un país sin víctimas: sin víctimas de la pobreza, sin víctimas de la inseguridad, del desempleo, de la marginación… sin víctimas del clientelismo, de la discriminación, del abandono, de la mentira, de la injusticia, del olvido, del abuso, del engaño…



· construir sociedad que no excluya, que brinde oportunidades; una verdadera democracia de protagonistas. Y para ello es indispensable el funcionamiento eficaz del Estado. A diferencia de ellos (los que utilizan la política para beneficio propio), nosotros creemos que el libre juego de los actores del mercado genera concentración de ingresos, marginación y pobreza; y que si el Estado no interviene como garante de la ciudadanía se abandona todo sueño de construir una sociedad que no excluya. Si el Estado escapa a su responsabilidad de compensar las desigualdades y redistribuir la riqueza, entonces la inequidad se multiplica y la injusticia crece. No estamos planteando una hipótesis; estamos recordando lo que ocurrió en este país y en Latinoamérica durante mucho tiempo, donde lo único que se derramó fue el hambre, la miseria y la violencia…



· defender la existencia de un Municipio transparente, en el que los miembros de la comunidad debemos intervenir en la definición e implementación de las políticas públicas, como forma de garantizar una administración honesta y austera de los recursos comunes…



· recuperar la política como herramienta de transformación estimulando fuerzas partidarias democráticas, transparentes, abiertas a la participación y al debate; cuyos dirigentes no sean los más habilidosos para trenzar acuerdos o conseguir cargos, sino los más capaces y los que mejor expresan esos principios, esos ideales, esas convicciones. De recuperar el valor del discurso político, porque la palabra de los dirigentes está absolutamente devaluada. Hoy en nombre de un mismo partido se dicen cosas totalmente distintas y en nombre de partidos distintos se dicen cosas similares. Lo que es aún peor: diputados, senadores, intendentes, funcionarios o dirigentes que ayer navegaban sobre la ola neoliberal hoy se vuelven profetas de la intervención estatal y se presentan como los enemigos más severos de lo que antes habían aplaudido. El pragmatismo parece ser la madre de la acción política; al menos de la acción política de quienes dicen ser los únicos capaces de gobernar…



· generar el espacio democrático ideal para promover, organizar y conducir la búsqueda de esas transformaciones. De construir un país en el que la democracia sea la regla de juego de todos y no el mecanismo que algunos manipulan para obtener privilegios. De hacer una democracia que invite al protagonismo, a la participación, y no una democracia simulada, turbia, solapada, que aleja a los ciudadanos de la política, que desampara a los humildes y consagra los beneficios de los poderosos y los corruptos…



· continuar en la búsqueda de la Verdad, la Justicia y la defensa irrestricta de todos los Derechos Humanos…



Y es porque no debemos ni queremos abandonar a nuestros chicos, a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros enfermos, a nuestros trabajadores, a nuestros empresarios, a nuestros estudiantes, a nuestros hermanos latinoamericanos y a todos aquellos a los que el modelo de exclusión social y concentración de la riqueza se empeña en darles la espalda; es que desde nuestro lugar como juventud de Ituzaingó convocamos….



a los que creen, a los que luchan, a los que resisten, a los que tienen esperanza, a los que no bajan los brazos, a los que militan, a los que nunca lo hicieron, a los que quieren volver a hacerlo… Convocamos a los que sueñan, a los que sufren, a los que educan, a los que producen, a los intelectuales, a los que esperan, a los distintos, a los iguales… Convocamos a los empresarios, a los trabajadores, a los desempleados, a los estudiantes, a los jóvenes, a los abuelos… Convocamos a los excluidos, a los que no se esconden, a los que son parte, a las Madres, a las Abuelas, a los hijos, a los que no pierden la memoria… A ustedes, a todos ustedes y a todos nosotros los invito y nos invito a juntar nuestros hombros, a cerrarle el paso a la injusticia, a dar pelea, a seguir soñando, a recuperar la alegría, a los que quieren escribir su propia historia y a construir entre todos un país con democracia y con equidad[1].



Sabemos, con el ejemplo del municipio de Morón, que la política no es lo que hicieron de ella: corrupta, sucia, engañosa, al beneficio de unos pocos. Sabemos que otra forma de hacer política es posible: aquella que trabaja por la transparencia, por la equidad, por la democracia participativa, por una sociedad con verdadera justicia social; donde la riqueza material, simbólica, cultural e intelectual sea un hecho para cada individuo y no sólo un anhelo. Sabemos que dicha transformación, como tal, no es imposible, pero sí difícil, pero es un paso que estamos dispuestos a dar como juventud.



“Puede ser que nos ganen algunas batallas; pero siempre llega



la hora en la que nadie puede con los que luchan de verdad”







[1]De los discursos de Martín Sabbatella (Intendente del Municipio de Morón y presidente del partido Nuevo Morón)